viernes, 30 de agosto de 2013

binario sin el uno

encontré
una invitación a una boda
con el nombre de una exnovia
el número de mesas asignado
y su nombre impreso en cursivas.

el mío no estaba
pues nadie recuerda a los acompañantes
sólo su nombre en dorado
y el más uno a la derecha

otro pudo haber tomado nuestro lugar
y nunca sabremos si fue recordado.
puede que ni siquiera haya ido
y que su nombre sí estuviera impreso

es posible que a nadie le importe
nuestra existencia
porque en algún momento
siempre somos un cero a la izquierda

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En la noche todos los gatos son pardos

Detrás de las nubes grises
el cielo brilla oscuro
la luna sale
y los gatos maúllan.

Ella yacía tirada en la cama con sus piernas entreabiertas, dejando ver su sexo recién penetrado. Él no sabía qué hacer. Nunca había matado a alguien y el cuerpo bello, blanco y frío que estaba frente a él era el cuerpo de su mujer, penetrada hasta el cansancio, hasta la muerte. Él estaba ahí, viéndola sin saber qué hacer, y sus hermosos pechos, que se inclinaban levemente a cada lado de su torso, y la cara ladeada y la boca abierta en un grito mudo de tanto gritar, pero muerta, quieta, arrumbada. Bajo la luz de la luna y el aullido felino, pensó que nunca la había visto tan bella como hasta esa noche.

Un globo ocular amarillo
rasgado por una pupila filosa
levanta el párpado negro.
Su mirada
fija
sostenida.

Ellos se habían conocido años atrás y se habían gustado. Los dos nunca habían conocido la inhibición. Cada frontera desconocida era para ellos un reto a alcanzar. Con dolor o placer, el acto carnal se había convertido en su vida, era su manera de conversar. Rompieron todo tipo de barrera y sin trabajo llegaron a flagelarse, a inyectarse dolor, a amarse bajo el efecto del opio, la cocaína, los hongos y dale ¡a volar! hasta alcanzar el último punto de la penetración. Gozaban someterse, y amarrarse a la cama era una cosa habitual. Los fines de semana salían a una casa de campo que tenían a las afueras de la ciudad, entre taxidermias y sus sombras empolvadas jugaban como otras parejas juegan a platicar.

Alrededor de la casa
los gatos arrullan la noche
ronronean.
Sus cuerpos untuosos
se deslizan uno contra el otro
juntando sus colas
enredándolas.
Abren sus ojos
doblemente rasgados
que brillan con la luna
amarillos.


Pero esa noche llegaron muy lejos y la luz de la luna lo señalaba a él como culpable. Sin embargo, él no se sentía mal por la muerte de su mujer y objeto sexual, ni siquiera se sentía mal por no sentirse mal. Ni un solo remordimiento. La había matado, y lo había hecho bien. Una embestida con dolo, el grito desalmado, la súbita rigidez de su cuerpo y una delgada línea roja alrededor de la comisura de sus labios tensos. Todo fue tan rápido y de improvisto que no le dio tiempo de sentirse culpable. Al contrario, se sentía excitadísimo. Ahí estaba él, hincado bajo la luz de la luna, rígido y sin saber qué hacer.

El ojo
es
no está
desaparece.
El párpado cierra
la ventana
de aquella mirada
inescrutable.

—Aura, ¡Aura! —gritó. Pero ella no se inmutó.

Mientras pensaba qué hacer, su excitación crecía, y como había hecho varías veces quiso penetrarla mientras dormía. Le gustaba la gran y placentera fricción de su vagina todavía no excitada, de su sexo dormido, seco, apretado. Pero ahora había un elemento extra, algo que nunca había hecho y mientras la penetraba, creyó ver en la cara de Aura, la cara de la sumisión total. Y en frenesí se dejó ir hasta adentro.

Afuera
los gatos
aman cada parte de su cuerpo.
Danzan precavidos.
Se mezclan
en una maraña oscura:
reflejo lunar
el brillo de sus lenguas rugosas
camuflan el destello
que arde
la pupila del silencioso gato
que a los amantes mira
lamiéndose.

2005

martes, 27 de agosto de 2013

Un puñado de héroes solitarios

por Leonard Cohen


un puñado de héroes solitarios y pendencieros
estaba fumando al lado de la carretera
entre ellos
la noche era muy obscura y densa
cada hombre tras su carga habitual

me gustaría contar mi historia,
dijo uno de ellos tan joven y valiente
me gustaría contar mi historia
antes de convertirme en oro

pero en realidad nadie podía oírlo
la noche era muy obscura y densa y verde.
bueno
supongo que estos héroes deben de vivir siempre ahí
donde tú y yo sólo hemos sido.

apaga tu cigarro, amor
has estado sola tanto tiempo
y algunos de nosotros estamos muy hambrientos
de saber qué fue lo que hiciste que estuvo tan mal

escribo esto
             para los grillos
escribo esto
             para el ejército
escribo esto
             por tus hijos
y por todos
             los que no me necesitan

me gustaría contar mi historia,
dijo uno de ellos tan valiente

me gustaría contar mi historia
porque sabes que me estoy convirtiendo en oro

***

A bunch of lonesome and very quarrelsome heroes
were smoking out along the open road;
the night was very dark and thick between them,
each man beneath his ordinary load.
"I'd like to tell my story,"
said one of them so young and bold,
"I'd like to tell my story,
before I turn into gold."

But no one really could hear him,
the night so dark and thick and green;
well I guess that these heroes must always live there
where you and I have only been.
Put out your cigarette, my love,
you've been alone too long;
and some of us are very hungry now
to hear what it is you've done that was so wrong.

I sing this for the crickets,
I sing this for the army,
I sing this for your children
and for all who do not need me.
"I'd like to tell my story,"
said one of them so bold,
"Oh yes, I'd like to tell my story
'cause you know I feel I'm turning into gold."

presiona acá por si quieres escuchar la canción

sábado, 24 de agosto de 2013

"Irrupciones imprevistas número uno" o "sobresaltos en un día sosegado"

Apuntes de bitácora:

Incategorizables ganas de contacto físico por navegar en Facebook. Sin conexión alguna con las poco mundanas motivaciones de mi trabajo literario. Observación: ¿Brote de conciencia, aparición de la musa o calentura lírica?


Y que públicas una foto tuya
y ¡zas! que me acuerdo de todo
y de esas cosas y de aquellas otras
y de las luminiscencias y obscuridades
de tus pozos claros
y también de cómo levitan
firmes tu pasos tensos
bajo un pantalón holgado de seda tan apretado
como tus mallas negras
y de cómo prendes y fumas tus gallos
y también de cómo los disfrutas
mojando la sábana
de aquella tarde de domingo
en que me chuté cada una de las fotos de tu perfil
sin que tú lo supieras con una cerveza descontrolado.
Hay tantos comentarios y piropos debajo de la foto
que me pongo celoso
porque acá yo tan sin valor y con todas unas ganas de decirte
que eres una gata
toda una felina húmeda
como un caracol que se mueve sobre la espiga
que ni siquiera puedo imaginarte a solas
porque me sería demasiado.
Y a pesar de querer comentar
quisiera no hacerlo público
por ver si un día púbico efervescente y arremolinado
todo aquello y esto y lo otro
sin pudor nos lo quitamos.


Aura escarlata en soundcloud


Ahora en soundcloud, Aura escarlata, estrenada el 7 de octubre de 2010, con la participación de Mariana Arocena y Christian Uribe. La música estuvo a cargo de Rodrigo Valenzuela.


jueves, 22 de agosto de 2013

Sorprendente, mujer se disloca la mandíbula al morder tremenda hamburguesa


Porque ya en otros contextos
le habían dicho víbora
y ella se ufanaba de ello
con el hombre.
Jamás pensó que acalambrada
su mandíbula sufriría
porque no podría con el tamaño.

Por millonésima vez
les dijo que eso no era un sombrero 
y comprendió que nadie la entendía
cuando abría la boca
mientras el doctor la anestesiaba
con una advertencia
“cuidado con lo que coma”
destellando los ojos libidinosos
de su holgada bata blanca almidonada. 

Twitter de la hamburguesapófoga: @NicPeate

Nota original: http://www.sdpnoticias.com/sorprendente/2013/08/20/mujer-se-disloca-la-mandibula-al-morder-tremenda-hamburguesa

martes, 6 de agosto de 2013

sin título



Para I.R.S

No son los morados
los que me indican
que el cielo se ha cerrado
sobre ti
sino el lejano atardecer
que entorno tuyo
cierra la ventana
donde estás
viendo con tus ojos
que no quieren ver hacia fuera
tratando de entender.

No sabrás cuándo
tus párpados se cierren
porque antes habrá oscurecido
y las cortinas te cubrirán
como cubres todos tus secretos
cuando amas
sin saber que lo haces.