jueves, 1 de enero de 2015

Derivada



No recibiré de ti
tu sangre menstrual
en un pañuelo blanco.

Ni encontraré una mancha
amarilla en mi colchón
por haber dormido desnudos
sin tocarnos
aunque gotearas fértil.

Tampoco probaré el amargo
sabor de tus labios bajos
cuando abro la boca
adentrándome en tus tijeras carnosas

y menos oleré tus axilas sudadas
con ese aroma palpitado
que me da cuerda,
afilando mi mirada más torva.

Sin embargo guardaré
para mí
haberte logrado emitir
en nuestra única cita
el fuerte perfume de tu cuello
al lamer el lóbulo derecho de tu oreja
descubriendo en tu columna única expuesta
tu otro cuello abierto
reflejo derivado de una función mayor
que no permitiste dejarme sentir
atisbándote
desde dentro tuyo
con mi único ojo despierto y escupiendo.

1 comentario:

pukirocks dijo...

asi se siente cuando te la pelas con una vieja